La inflación provoca la cuesta de septiembre más cara de los últimos años

La vuelta al cole y al trabajo se presenta este año con un panorama económico complicado porque sube la inflación.
La inflación, que es el aumento generalizado y sostenido de los precios de los bienes y servicios, ha alcanzado en agosto el 3,3%, el nivel más alto desde 2012. Esto significa que la economía de las familias se ha reducido y que muchos productos y servicios se han encarecido.
Qué es la inflación y cómo se mide
Para aprender que es la inflación, hay que saber que se mide mediante el índice de precios al consumo (IPC), que es un indicador que refleja la variación porcentual de los precios de una cesta de productos y servicios representativa del consumo de los hogares. El IPC se calcula mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y se publica con una demora de unos 15 días.
El IPC se divide en 12 grupos de productos y servicios:
Grupo de Productos y Servicios |
---|
Alimentos |
Bebidas |
Vestido |
Vivienda |
Transporte |
Comunicaciones |
Ocio |
Educación |
Salud |
Cuidado Personal |
Muebles y Equipamiento |
Restaurantes y Hoteles |
Cada grupo tiene un peso diferente en el cálculo del índice, según su importancia en el gasto de los consumidores.
Por ejemplo, el grupo de vivienda tiene un peso del 12,7%, mientras que el de educación tiene un 1%. Por esto, es cada vez más difícil encontrar las hipotecas más baratas en el mercado actual.
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Dentro de cada grupo, hay subgrupos que recogen los precios de productos y servicios más específicos. Por ejemplo, dentro del grupo de vivienda, hay subgrupos como alquiler, agua, electricidad, gas, etc. Cada subgrupo también tiene un peso diferente en el índice.
El IPC se expresa en forma de tasa anual, que es la variación porcentual del índice respecto al mismo mes del año anterior. Por ejemplo, si el IPC de agosto de 2023 es 103,3 y el IPC de agosto de 2022 fue 100, la tasa anual de inflación es el 3,3%.
¿Por qué sube la inflación?
La inflación puede tener diversas causas, pero en general se debe a un desequilibrio entre la oferta y la demanda de bienes y servicios.
Cuando la demanda supera a la oferta, los precios tienden a subir para ajustarse al mercado. Esto puede ocurrir por varios motivos, como un aumento del consumo, una expansión del crédito, una subida de los salarios o una inyección de dinero por parte del Banco Central.
También puede haber factores que afecten a la oferta, como una escasez de materias primas, una reducción de la producción o una subida de los costes. Esto hace que los productores trasladen parte o todo el incremento de sus costes a los precios finales.
Por ejemplo, afecta en los intereses de las hipotecas variables, reavivando el debate entre sí es mejor la hipoteca fija o variable.
¿Cuándo bajará la inflación?
La mayoría de los expertos coinciden en que la inflación actual es transitoria y que se moderará en los próximos meses a medida que se resuelvan los problemas de oferta y demanda y se diluya el efecto base.
El Banco Central Europeo (BCE), que es el responsable de mantener la estabilidad de precios en la zona euro, prevé que la inflación se sitúe en el 2% a finales de este año y en el 1,5% en 2024.
No obstante, también hay riesgos que podrían prolongar o agravar la inflación. Por ejemplo,
- Una nueva ola de contagios por variantes más agresivas del virus que obligue a imponer nuevas restricciones.
- Una escalada geopolítica o climática que afecte al suministro o al precio de las materias primas.
- Una subida de las expectativas de inflación que se traslade a los salarios y a los precios, creando un círculo vicioso.
- Una retirada prematura o excesiva de los estímulos monetarios y fiscales que apoyan la recuperación económica.

Cómo afecta la inflación a la cuesta de septiembre
La cuesta de septiembre es el periodo que va desde el final de las vacaciones hasta el inicio del curso escolar, en el que los hogares tienen que hacer frente a una serie de gastos extraordinarios, como el material escolar, los libros de texto, la ropa, el transporte o la matrícula.
Estos gastos pueden suponer un desembolso medio de unos 500 euros por hijo, según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).
Este año, la cuesta de septiembre se presenta más empinada que nunca debido a la inflación, que ha encarecido muchos de los productos y servicios que se consumen en este periodo. Por ejemplo:
- El aire acondicionado, que se ha convertido en un bien imprescindible para combatir las altas temperaturas, ha subido un 12% en agosto respecto al año anterior, según el INE.
- La compra de productos de segunda mano, que es una opción para ahorrar dinero o dar una segunda vida a los objetos, se ha visto afectada por la subida del IVA del 4% al 21% que entró en vigor el 1 de septiembre.
- El material escolar, que incluye desde lápices y cuadernos hasta ordenadores y tablets, ha aumentado un 3% en agosto respecto al año anterior, según el INE.
- El transporte público, que es el medio más utilizado para ir al colegio o al trabajo, ha subido un 2% en agosto respecto al año anterior, según el INE.
- La vivienda, que es el mayor gasto de los hogares, ha experimentado un incremento del 9% en agosto respecto al año anterior, según el INE. Esto se debe tanto al alza del precio del alquiler como al encarecimiento de los suministros básicos, como la electricidad o el gas. Ante esta situación es aún más necesario buscas las mejores hipotecas.
Cómo superar la cuesta de septiembre
Ante este panorama, los consumidores tienen que buscar fórmulas para ahorrar dinero y reducir su gasto. Algunas de las medidas que se pueden tomar para saber cómo superar la cuesta de septiembre son las siguientes:
- Comparar precios y ofertas antes de comprar cualquier producto o servicio. Para ello, se puede utilizar herramientas online como comparadores de hipotecas.
- Aprovechar las ayudas públicas o privadas que existen para aliviar el gasto educativo. Por ejemplo, las becas del Ministerio de Educación o las ayudas de las comunidades autónomas o los ayuntamientos.
- Planificar el presupuesto familiar y ajustarse a él. Para ello, se puede elaborar una lista con los ingresos y los gastos fijos y variables, y establecer prioridades y límites. También se puede recurrir a una hucha o una cuenta bancaria específica para ahorrar una parte del sueldo cada mes.
- Reducir el consumo energético en el hogar ante el alto precio de la luz. Para ello, se puede optar por tarifas eléctricas más baratas o con discriminación horaria, usar electrodomésticos eficientes o con etiqueta A+, regular la temperatura del aire acondicionado o apagar las luces y los aparatos cuando no se usen.
- Compartir gastos con otras personas. Por ejemplo, se puede formar un grupo de padres y madres para comprar el material escolar al por mayor o intercambiar libros de texto. También se puede compartir coche o usar plataformas de movilidad compartida para ir al colegio o al trabajo.
¿Qué opciones hay para financiar la cuesta de septiembre?
Si a pesar de estas medidas, el presupuesto familiar no es suficiente para hacer frente a la cuesta de septiembre, se puede recurrir a alguna forma de financiación externa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta opción tiene un coste y un riesgo asociados, por lo que hay que usarla con prudencia y responsabilidad.
Entre las opciones más habituales se encuentran las siguientes:
- La tarjeta de crédito, que permite aplazar el pago de las compras hasta fin de mes o en varios plazos.
- Conseguir una hipoteca en condiciones más favorables es posible si cuentas con los servicios de un bróker hipotecario.
- Recurrir a diversos tipos de préstamos sin intereses, siempre que te lo puedas permitir.
No te agobies por los gastos excesivos de este mes y utiliza los consejos que te damos, así podrás enfrentar la tan temida cuesta de septiembre.