Cómo invertir a largo plazo en bolsa

La bolsa suele ser una de las primeras opciones que se nos vienen a la mente cuando pensamos en inversión. El mercado de acciones tiene la ventaja de que puede ofrecer muy buenas rentabilidades, y la desventaja de que tiende a ser más arriesgado que otras inversiones. Ya se sabe que, a más riesgo, más rentabilidad. Lee nuestro artículo para entender mejor cómo invertir en bolsa a largo plazo.

como invertir en bolsa a largo plazo

Muchos inversores prefieren operar en bolsa a corto plazo, buscando acciones más volátiles que les den la posibilidad de obtener beneficios en poco tiempo. Algunos lo hacen a semanas o meses vista, mientras que otros optan por operaciones de compraventa en la misma jornada, es decir, haciendo trading intradía.

Pero, ¿es la bolsa un mercado apto solo para el corto plazo? ¿O es posible encontrar oportunidades de inversión para un largo periodo de tiempo?

Comprar valores en bolsa no es más que adquirir partes de empresas, y dado que el objetivo de todas es que su negocio crezca y perdure, es lógico pensar que el mercado de acciones también es apto para invertir a largo plazo.

A continuación, te explicamos cómo invertir en bolsa a largo plazo:

Qué tener en cuenta al invertir a largo plazo en bolsa

La inversión a largo plazo tiene una serie de consideraciones que deberás valorar antes de comenzar a operar en bolsa. La primera es el horizonte temporal. ¿Cuándo se considera una inversión de largo plazo?

Pues bien, este tipo de inversiones se mantiene, como mínimo, durante un año, aunque lo normal es que se trate de un periodo de tiempo mayor. Cuánto dure dependerá en gran parte de qué objetivo queramos lograr. En el largo plazo la meta más habitual suele ser comprar una casa, jubilarse o rentabilizar cierto capital para costear los estudios de tus hijos.

Una vez claro el tiempo, la segunda consideración es el capital inicial, es decir, con cuánto dinero decides empezar. No se trata de establecer una cifra determinada, que dependerá exclusivamente de lo que puedas permitirte. Si dispones de poco capital, puedes empezar a invertir en bolsa incluso con poco dinero.

Sin embargo, sí debes tener claro que el capital inicial no puede ser un dinero que vayas a necesitar a corto plazo, sino del que puedas prescindir. Por ello, antes de empezar a invertir se recomienza contar con un fondo de emergencia.

La tercera consideración es la de hacer aportaciones periódicas, algo clave en el largo plazo para conseguir que el interés compuesto trabaje. Engrosando tu capital invertido, los beneficios también crecerán. 

ganancias al invertir a largo plazo

Así pues, una vez tengas claro tu objetivo y horizonte temporal, capital inicial y cuantía de aportaciones periódicas, estarás listo para empezar con una estrategia de inversión en bolsa. Estos son algunos consejos sobre cómo hacerlo:

Diversificar, la clave para reducir el riesgo

No es ningún secreto que la inversión en bolsa entraña un riesgo mayor que otras, como por ejemplo la renta fija o la inversión inmobiliaria. Sin embargo, igual que sucede en otros mercados, este riesgo se puede minimizar.

La clave para conseguirlo es diversificar bien tu cartera, o como a muchos inversores les gusta expresarlo, “no poner todos los huevos en la misma cesta”. Siempre es preferible comprar acciones de distintas empresas, incluso en distintos mercados. No hay necesidad de limitarse a la bolsa española o a la estadounidense, ya que hay una infinidad de opciones para explorar.

Invertir en una diversidad de empresas protege tu cartera, dado que siempre es probable que algunas acciones vayan mal, pero en contraposición, habrá otras que vayan bien. Pero esto no significa que diversificar sea la clave para que el riesgo desaparezca.

Siempre hay posibilidades de que las acciones caigan. De hecho, la bolsa suele atravesar distintos ciclos, unos alcistas y otros bajistas. En este sentido, el largo plazo es un aliado, ya que técnicamente el dinero no se pierde hasta que no se venden las acciones por debajo del precio al que las compraste.

Te recomendamos nuestra guía para aprender a invertir en bolsa para principiantes. De esta forma encontrarás el equilibrio entre riesgo y recompensa a la hora de invertir.

Por lo tanto, si algunas de tus posiciones bajan, evalúa los motivos e intenta prever qué puede suceder con ellas en el futuro, ya que probablemente te convenga darles tiempo para que se recuperen. Especialmente, recuerda la importancia de no dejarse llevar por el pánico vendedor.

Invertir en fondos indexados y ETFs

Comprar acciones de una empresa de forma directa, no es la única forma de invertir en bolsa. También es posible hacerlo a través de otros productos financieros como los ETFs (fondos cotizados) o los fondos indexados, opciones que te permitirán aportar periódicamente sin necesidad de estar constantemente vigilando tu cartera.

Indexarse, consiste en replicar el comportamiento de otro activo de inversión, sea una empresa, un índice, o una materia prima como el oro. Los fondos indexados, por tanto, se comportan igual que otro activo. 

De este modo, si te interesa invertir en bolsa americana, pero no sabes por qué empresas optar, o no tienes capital para adquirir acciones de todas las que gustan, puedes buscar un fondo indexado al S&P 500. Estos, disponen en su cartera de acciones de todas las compañías incluidas en este índice, lo que te permitirá ganar dinero siempre que la bolsa vaya bien.

Partiendo de la base de que la economía atraviesa momentos recesivos, pero tiende a crecer siempre en el largo plazo, indexarse es una buena forma de asegurarse rentabilidad en horizontes temporales largos.

Además, las aportaciones periódicas se simplifican si inviertes en estos productos, ya que no tendrás que valorar una por una aquellas empresas en las que quieras aumentar tus posiciones. Con estos fondos, lo harás en todas a la vez.

Infórmate de las noticias macroeconómicas

Para prever el comportamiento que tendrán las bolsas, es importante estar al tanto de lo que sucede con el panorama mundial. A fin de cuentas, cualquier hecho reseñable como, por ejemplo, la Guerra de Ucrania, suele estar estrechamente relacionado con las inversiones, puesto que afecta directamente a muchas empresas.

Aunque enterarse de las noticias no nos permite, ni mucho menos, averiguar el futuro, sí podemos obtener una visión anticipada de cómo se espera que se comporte una determinada empresa, materia prima, etc., lo que nos puede ayudar a mejorar nuestra rentabilidad.

Rescatando el ejemplo de la guerra, si el inversor está al tanto de que tanto de que Ucrania y Rusia son dos grandes productores de materias primas, podría haber previsto que estas se encarecerían considerablemente tras la invasión.

Esto se debe a que, si los países no están en disposición de exportar la cantidad habitual de producto, la oferta se reduce y el precio aumenta. 

Al igual que sucede con este conflicto bélico, hay otros hechos macroeconómicos que afectan directamente al comportamiento de las bolsas. La situación de entidades bancarias como SVB o Credit Suisse, la pandemia de coronavirus en 2020, las subidas de tipos de interés de los bancos centrales… conviene enterarse de todo para elegir bien nuestras inversiones.

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