Crédito al consumo: Qué es y cuáles son sus características (Ejemplos)
Cuando se trata de financiar compras de un bien o servicio, muchos hablan de solicitar un crédito al consumo. La pregunta es, ¿sabes a qué se refieren? En caso de que no, aquí te contamos qué es, cuáles son sus características y cómo tramitarlo.
- ¿Qué es un crédito al consumo?
- Financieras que ofrecen préstamos al consumo
- Ejemplo de crédito al consumo: Préstamo para la compra de un coche
- Ejemplo de crédito al consumo: Financiación de estudios universitarios
- Tipos de crédito al consumo
- ¿Cómo tramitar un crédito al consumo online?
- Qué información debe contener un contrato de crédito de consumo
- Requisitos para solicitar créditos al consumo
- ¿Se puede cancelar un préstamo una vez solicitado?
¿Qué es un crédito al consumo?
El crédito al consumo es un tipo de financiación destinada a individuos para la adquisición de bienes y servicios personales o familiares. A diferencia de otros tipos de préstamos, el crédito al consumo es más accesible y flexible, permitiendo a los consumidores cubrir necesidades específicas sin comprometer grandes sumas de dinero de una sola vez.
Estos créditos son comúnmente utilizados para compras importantes como automóviles, electrodomésticos, viajes, y también para cubrir gastos inesperados.
Qué se considera un crédito al consumo (Requisitos)
Para que un préstamo sea considerado un crédito al consumo, debe cumplir ciertos requisitos que aseguren su naturaleza de consumo personal. Los requisitos generalmente incluyen:
- Propósito Personal: El crédito debe destinarse a la adquisición de bienes o servicios de carácter personal o familiar, no empresarial.
- Plazo de Devolución: Suelen tener plazos de devolución flexibles, que varían entre varios meses y años, dependiendo del monto y la entidad financiera.
- Cantidad Financiada: El importe de los préstamos al consumo puede variar entre 200 y 75.000 euros.
¿Qué no se considera crédito al consumo?
Es importante distinguir qué no se considera un crédito al consumo. Por ejemplo, los préstamos hipotecarios, los contratos de arrendamiento, y los préstamos entre particulares son tipos de financiación que no encajan en esta categoría. Además, el crédito que ofrece un empresario a sus empleados tampoco es considerado un crédito al consumo, ya que generalmente no se destina a gastos personales o familiares.
Características de los préstamos al consumo
Ahora que ya sabes qué es un crédito al consumo, veamos cuáles son las principales características de crédito al consumo.
- Está destinado a la compra de bienes y servicios de consumo.
- Otra de las características del crédito de consumo es su importe, que no es tan alto como el de los préstamos con garantía hipotecaria.
- Se tramita más rápido que otros tipos de préstamo pero suele tener intereses más altos.
- El prestatario responde con sus bienes presentes y futuros, por lo que el prestamista evalúa su solvencia mediante justificantes de ingresos.
- El cliente está protegido por la ley, así que tiene derecho a recibir información detallada sobre la Tasa Anual Equivalente (TAE), el Tipo de Interés Nominal (TIN) y el coste total del crédito.
Financieras que ofrecen préstamos al consumo
Existen numerosas entidades financieras que ofrecen préstamos al consumo más baratos, desde bancos tradicionales hasta financieras de consumo especializadas. Cada uno de estos proveedores ofrece diferentes condiciones y opciones de crédito para adaptarse a las diversas necesidades de los consumidores.
Bancos tradicionales
Los bancos tradicionales, como BBVA, Santander, y CaixaBank, han sido durante mucho tiempo la opción preferida para los consumidores que buscan créditos al consumo. Estos bancos ofrecen tasas de interés competitivas y plazos de pago flexibles, lo que los convierte en una opción confiable para muchos.
Un punto en contra de este tipo de créditos es que suelen exigir más requisitos que otro tipo de financieras, como las que mencionamos a continuación.
Financieras especializadas
Además de los bancos, hay una serie de financieras especializadas que se centran exclusivamente en ofrecer créditos al consumo. Veamos las financieras de consumo con ejemplos:
- Vivus: Conocido por ofrecer microcréditos rápidos con procesos de solicitud simplificados y aprobación casi instantánea.
- CashEddy: Ofrece una variedad de opciones de préstamos, incluidos créditos personales y revolving, con condiciones adaptables a diferentes perfiles de clientes.
- Wandoo: Se especializa en créditos de consumo accesibles con diferentes plazos de devolución, proporcionando alternativas para quienes buscan financiamiento inmediato.
Lo más importante de este tipo de créditos es que son más fáciles de conseguir, piden menos requisitos y son más flexibles.
Estas financieras de consumo ofrecen productos que van desde préstamos personales hasta microcréditos, cada uno con características específicas adaptadas a diferentes necesidades. Además, al optar por una de estas entidades, los consumidores pueden beneficiarse de un servicio más ágil y personalizado.
Ejemplos de créditos al consumo
Para comprender mejor cómo funcionan los créditos al consumo, consideremos algunos ejemplos de crédito de consumo que ilustran su aplicación en situaciones reales:
Ejemplo de crédito al consumo: Préstamo para la compra de un coche
Imaginemos que María desea comprar un coche nuevo valorado en 15,000 euros. Decide solicitar un crédito al consumo para financiar esta compra. Su banco le ofrece un préstamo con un interés del 5% anual, pagadero en 5 años. Esto significa que María pagará una cuota mensual de aproximadamente 283 euros durante 60 meses.
Este crédito al consumo le permite a María adquirir el coche sin tener que pagar la totalidad del valor de inmediato, distribuyendo el costo en cuotas manejables a lo largo del tiempo.
Ejemplo de crédito al consumo: Financiación de estudios universitarios
Carlos quiere financiar sus estudios de posgrado en el extranjero, que cuestan alrededor de 20,000 euros. Opta por un préstamo personal ofrecido por una financiera especializada. El préstamo tiene un interés del 4% con un plazo de devolución de 8 años. Las cuotas mensuales se establecen en aproximadamente 244 euros.
Este crédito permite a Carlos invertir en su educación sin la necesidad de disponer de una gran suma de dinero por adelantado, gestionando sus finanzas de manera más eficiente.
Tipos de crédito al consumo
En España existen 3 tipos de crédito al consumo que puedes solicitar dependiendo de tus necesidades como cliente, por lo que veamos cuales son los créditos de consumo:
1. Préstamos personales
Se trata del tipo de crédito al consumo más común, el cual compromete a un prestatario a devolverle una cantidad de dinero al prestamista, junto con los intereses pactados y en el tiempo acordado. A esta modalidad se le conoce también como préstamos a plazos, pues conceden importes amplios desde 3000 hasta 50000€ aproximadamente, para devolver en plazos de 1 a 8 años o más.
La devolución de estos créditos se lleva a cabo mediante cuotas fijas mensuales que se calculan en función del importe y el plazo escogidos.
2. Microcréditos rápidos
Otro de los créditos al consumo más solicitados son los microcréditos online. Estos consisten en microcréditos online de hasta 1000€ que deben ser devueltos en el corto plazo, casi siempre en un lapso de 30 días.
Básicamente, son el tipo de crédito al consumo más fácil y rápido de tramitar. Por tratarse de importes bajos, no exigen papeleos ni explicaciones innecesarias y son aprobados en pocos minutos.
Además, muchas veces es posible obtener un primer préstamo sin intereses, siempre que seas nuevo cliente.
3. Créditos revolving
En último lugar encontramos a los créditos revolving, también conocidos como líneas de crédito. Esta modalidad de financiamiento permite disponer de una cantidad de dinero determinada siempre que lo necesites, sin que tengas que firmar un contrato cada vez.
Por lo general, suele concederse mediante tarjetas de crédito, las cuales son consideradas el producto estrella para financiar compras o gastos urgentes.
¿Cómo tramitar un crédito al consumo online?
Solicitar un préstamo al consumo online es un proceso sencillo que puede realizarse desde la comodidad de tu hogar. Aquí te ofrecemos un paso a paso para tramitarlo correctamente:
- Investigar opciones de préstamo: Comienza investigando las diferentes opciones de crédito disponibles en el mercado. Comparar tasas de interés, plazos de devolución y condiciones es crucial para encontrar el préstamo que mejor se adapte a tus necesidades.
- Completar la solicitud online: Una vez que hayas seleccionado la financiera o banco de tu preferencia, completa la solicitud online con la información requerida. Esto generalmente incluye detalles personales, ingresos, y el propósito del préstamo.
- Confirmar y firmar el contrato: Si tu solicitud es aprobada, recibirás un contrato que deberás revisar y firmar. Asegúrate de leer los términos y condiciones detenidamente antes de aceptar.
- Recibir el desembolso: Una vez firmado el contrato, el dinero será depositado en tu cuenta bancaria. Este proceso suele ser rápido, especialmente con financieras online.
Consejos para evitar estafas o usura:
- Verifica la legitimidad: Asegúrate de que la entidad financiera esté registrada y regulada por las autoridades correspondientes.
- Lee los términos: Siempre lee los términos y condiciones detalladamente para evitar sorpresas desagradables.
- Cuidado con las tasas elevadas: Investiga y compara las tasas de interés. Si algo parece demasiado bueno para ser cierto, probablemente lo sea.
Qué información debe contener un contrato de crédito de consumo
Un contrato de crédito al consumo es un documento legal esencial que establece los términos y condiciones del préstamo entre el prestatario y la entidad financiera. Este contrato debe contener la siguiente información:
- Identificación de las partes: Los datos completos del prestatario y del prestamista, incluyendo nombres, direcciones y números de identificación.
- Monto del crédito: La cantidad exacta de dinero prestada al consumidor.
- Tasas de interés: Detalles sobre el tipo de interés aplicado, ya sea fijo o variable, y cómo se calcularán los intereses a lo largo del plazo del préstamo.
- Plazos de devolución: El período de tiempo acordado para el pago total del préstamo, incluyendo fechas de vencimiento para cada cuota.
- Cuotas mensuales: La cantidad a pagar mensualmente, incluyendo capital e intereses, y cualquier otra comisión adicional que pueda aplicarse.
- Comisiones y gastos adicionales: Detalle de cualquier costo extra asociado con el préstamo, como comisiones de apertura o de gestión.
- Condiciones de cancelación: Información sobre la posibilidad de cancelar o reembolsar anticipadamente el préstamo, incluyendo cualquier penalización o coste adicional que esto podría implicar.
- Cláusulas de penalización: Explicación de las consecuencias en caso de impago o retraso en los pagos, así como las medidas que el prestamista puede tomar.
- Derecho de desistimiento: Derecho del consumidor a desistir del contrato dentro de un período determinado, generalmente de 14 días, sin penalización alguna.
Un contrato claro y detallado protege tanto al prestamista como al prestatario y garantiza una relación financiera transparente y justa.
Requisitos para solicitar créditos al consumo
Solicitar un crédito al consumo generalmente implica cumplir con ciertos requisitos básicos que pueden variar ligeramente dependiendo de la entidad financiera. Aquí te presentamos los requisitos más comunes:
- Ser mayor de edad: Es imprescindible que el solicitante sea mayor de 18 años para ser elegible para un crédito al consumo.
- Residencia en el país: El solicitante debe ser residente legal en el país donde se está solicitando el préstamo.
- Ingresos estables: La mayoría de las entidades requieren que el solicitante tenga ingresos estables y demostrables, lo que puede incluir un salario, pensión, o ingresos por actividades económicas.
- Historial crediticio: No estar incluido en un fichero de morosos, como ASNEF, es un requisito clave. En caso contrario, es posible buscar opciones específicas como los préstamos con ASNEF.
- Solvencia económica: La entidad evaluará la capacidad del solicitante para cumplir con las cuotas del préstamo, asegurándose de que no supere un nivel de endeudamiento razonable.
- Documentación requerida: Documentos de identificación, comprobantes de ingresos, y posiblemente referencias bancarias o laborales.
Si no cumples con todos estos requisitos, puedes explorar opciones como préstamos sin nómina o buscar entidades que ofrezcan condiciones más flexibles.
¿Se puede cancelar un préstamo una vez solicitado?
La posibilidad de anular un préstamo ya firmado depende de las políticas de la entidad financiera y las condiciones establecidas en el contrato. Aquí te explicamos las consideraciones más importantes:
- Período de desistimiento: Muchos contratos de crédito al consumo incluyen un período de desistimiento, generalmente de 14 días, durante el cual el prestatario puede cancelar el préstamo sin incurrir en penalizaciones. Esto permite al consumidor evaluar cuidadosamente el acuerdo y decidir si procede o no con el préstamo.
- Cancelación anticipada: Si decides cancelar el préstamo después del período de desistimiento, tendrás que considerar las condiciones de cancelación anticipada. Esto puede incluir penalizaciones o tasas adicionales, por lo que es crucial leer detenidamente el contrato para entender los costos asociados.
- Negociación con la entidad financiera: En algunos casos, es posible negociar con la entidad para establecer términos de cancelación que sean más favorables. Esto puede incluir ajustes en las cuotas, extensión del plazo, o incluso la condonación de ciertas penalizaciones.
- Impacto en el historial crediticio: La cancelación de un préstamo puede tener implicaciones en tu historial crediticio, especialmente si se realiza después de haber incumplido con algunos pagos. Es importante evaluar cómo podría afectar esto a tus futuras posibilidades de obtener crédito.
Así que sí, es posible cancelar un préstamo una vez solicitado, pero es esencial comprender las condiciones y consecuencias antes de tomar esa decisión. Revisar el contrato y comunicarse abiertamente con la entidad financiera te permitirá tomar la mejor decisión en base a tu situación particular.